Ya resuenan lejanos aquellos días en los que la Fraternidad Monástica de la Paz comenzara su andadura viviendo en nuestro tiempo un proyecto de Vida y de Paz al estilo de los primeros monjes.
El amor «es el motor que desde la aparente quietud de un consuelo gozoso, encierra en sí el mayor potencial que la humanidad pueda imaginar. El amor […] tiene el ímpetu de un caudaloso río de aguas mansas que lo arrolla todo a su paso, sin que exista obstáculo que pueda detenerlo. Porque el que experimenta el amor, el que ha gozado de su dulzura, que es la única que puede llevar a su plenitud las aspiraciones humanas, nunca dejará de seguirlo hasta alcanzar la felicidad completa» (Paul Poupard)
Este peregrinar se ha ido desarrollando en la construcción de La Ciudad de la Paz. Un proyecto que busca contribuir con su aportación en la creación de una nueva civilización de amor y una cultura de paz.
La Ciudad de la Paz, vio la luz el 15 de septiembre de 1999, cuando nació el «proyecto de comunión» que ha ido tomando cuerpo en Cetelmon tv y que está llevando a cabo una tarea fundamental: asumir con las nuevas tecnologías, la tarea de los antiguos monjes, gracias a los cuales, la sabiduría de los hombres -en todas sus dimensiones- alcanzó las latitudes de Occidente debidamente copiada en manuscritos, a su vez, celosamente guardados en los Monasterios.
Su objetivo: aportar todas sus capacidades a la construcción de una «civilización del amor y de paz», en la que el hombre sea lo que es y pueda aspirar y alcanzar la felicidad a la que ha sido llamado.
Este proyecto de comunión nace en el corazón silencioso que es un Monasterio, pero, a través de la Comunión de la Paz, se desarrolla como experiencia de vida llamada a crear familia.
La realidad de la pluralidad es algo que Cetelmon tv contempla en lo más profundo de su existencia. Y su propia singularidad en la búsqueda de una «civilización de Amor y de Paz», apoya la pluralidad que persigue. Por ello, Cetelmon tv es un lugar de encuentro para cuantos laboran en la consecución de nuestro mismo objetivo, con semejantes fines.
Pero La Ciudad de la Paz es una realidad que, día a día, paso a paso, va configurándose en el marco de un horizonte de esperanza y de futuro a través de las nuevas tecnologías y los medios de comunicación